9 de febrero de 2013
Queridos compañeros y amigos, el próximo lunes, día 11 de Febrero de 2013, nos reuniremos en nuestro centro, Kagyü Dyang Chub Chöling, a las 18’30 horas para compartir la celebración del Año Nuevo Tibetano (Losar - 2140 Serpiente Femenina de Agua).
El período del Año Nuevo Tibetano se considera un momento importante en la vida de los Budistas. Tras los primeros días de la luna creciente del mes de Febrero y hasta la luna nueva siguiente, converge todo un conjunto de celebraciones y prácticas que tienen como objetivo finalizar el año en curso y dar inicio al siguiente, creando las mejores condiciones para que esta transición resulte lo más auspiciosa posible para nosotros, nuestras familias, amigos, la comunidad Budista, y para todos los seres en general. Durante este primer mes del año lunar Cho Trül Daua, los beneficios de las prácticas y actos virtuosos que realicemos se multiplican por 100.000.
En el ámbito religioso, las prácticas del Protector celebradas como preludio de las festividades permiten purificar los actos negativos que hayamos cometido durante el año que termina. El día de año nuevo tibetano se practica el ritual de Gurú Rinpoche, o el de Milarepa, la ofrenda de Tsok KönChok ChiDü, y la ceremonia de ofrenda de humo blanco que todo lo purifica (Ri Uo Sang Chö). Estas ofrendas tienen como objeto, que durante el nuevo año reine la paz, terminen las guerras, las enfermedades, y que sea completamente positivo y auspicioso para todos los seres. En el día de la luna nueva, que señala el final del año, se lleva a cabo la gran plegaria Shangpa Kagyü que concentra toda la transmisión del linaje para poder obtener un pronto renacimiento en Deuachen.
Desde estas afortunadas islas del atlántico, nos unimos en la celebración del Nuevo Año Tibetano manifestando nuestro más profundo respeto a todas las comunidades Budistas del mundo, que velan por la expansión del Dharma para beneficio de todos los seres. Asimismo, trasladamos con especial cariño, un cálido abrazo a todas las personas que hacen que El Monasterio de Dag Shang Kagyu siga irradiando sus bendiciones en el corazón de todos los seres. Con nuestro agradecimiento al V. Lama Drugyu, Director Espiritual; Presidente, D. Florencio Serrano; Venerables Lamas, residentes, voluntarios y toda la Comunidad Budista de la que formamos parte y a la que enviamos nuestros deseos de felicidad.
Que toda la virtud que sea generada en la celebración del Nuevo Año, pueda hacer nacer la preciosa mente del despertar. Que Ésta crezca y se expanda cada vez más, para el beneficio de todos los seres.
El período del Año Nuevo Tibetano se considera un momento importante en la vida de los Budistas. Tras los primeros días de la luna creciente del mes de Febrero y hasta la luna nueva siguiente, converge todo un conjunto de celebraciones y prácticas que tienen como objetivo finalizar el año en curso y dar inicio al siguiente, creando las mejores condiciones para que esta transición resulte lo más auspiciosa posible para nosotros, nuestras familias, amigos, la comunidad Budista, y para todos los seres en general. Durante este primer mes del año lunar Cho Trül Daua, los beneficios de las prácticas y actos virtuosos que realicemos se multiplican por 100.000.
En el ámbito religioso, las prácticas del Protector celebradas como preludio de las festividades permiten purificar los actos negativos que hayamos cometido durante el año que termina. El día de año nuevo tibetano se practica el ritual de Gurú Rinpoche, o el de Milarepa, la ofrenda de Tsok KönChok ChiDü, y la ceremonia de ofrenda de humo blanco que todo lo purifica (Ri Uo Sang Chö). Estas ofrendas tienen como objeto, que durante el nuevo año reine la paz, terminen las guerras, las enfermedades, y que sea completamente positivo y auspicioso para todos los seres. En el día de la luna nueva, que señala el final del año, se lleva a cabo la gran plegaria Shangpa Kagyü que concentra toda la transmisión del linaje para poder obtener un pronto renacimiento en Deuachen.
Desde estas afortunadas islas del atlántico, nos unimos en la celebración del Nuevo Año Tibetano manifestando nuestro más profundo respeto a todas las comunidades Budistas del mundo, que velan por la expansión del Dharma para beneficio de todos los seres. Asimismo, trasladamos con especial cariño, un cálido abrazo a todas las personas que hacen que El Monasterio de Dag Shang Kagyu siga irradiando sus bendiciones en el corazón de todos los seres. Con nuestro agradecimiento al V. Lama Drugyu, Director Espiritual; Presidente, D. Florencio Serrano; Venerables Lamas, residentes, voluntarios y toda la Comunidad Budista de la que formamos parte y a la que enviamos nuestros deseos de felicidad.
Que toda la virtud que sea generada en la celebración del Nuevo Año, pueda hacer nacer la preciosa mente del despertar. Que Ésta crezca y se expanda cada vez más, para el beneficio de todos los seres.
